Bitácora de instintos y afectos...
viernes, 5 de diciembre de 2014
La media noche
Sus llantos se escuchaban como un gemido lento, un aullido profundo de perro. Aquéllo era un animal consumido por sus instintos.
Después de todo, lo más primitivo en ella seguía siendo el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario